NÉSTOR JOSÉ DEL RÍO
DEL RÍO

La Universidad Nacional del Sur lo contó en su planta nodocente desde el primer día de abril de 1964, cuando ingresó en el por entonces denominado Departamento de Química e Ingeniería Química.

En octubre del mismo año cumplió los 26 de edad y, por esos meses, durante una huelga contra un retroceso salarial, conoció a Susana Rodríguez. Se casaron en el otoño siguiente. La pareja tuvo dos hijas y un hijo: Pablo, Mariela y Natalia. Su participación en medidas de fuerza le valió en el lustro final de la década del 60 “severos apercibimientos” que constan en su legajo, numerado con el 1.696.

Además de desempeñarse en la UNS, Néstor ejerció diversos oficios y se formó en disciplinas como dibujo artístico y trabajo industrial.

Aunque simpatizaba con el peronismo, nunca militó en ningún partido político. Sí participó del grupo de Acción Católica con base en la iglesia “Nuestra Señora de Lourdes” y desde 1970 integró la conducción de la Asociación de Trabajadores de la UNS. En abril de 1975 fue parte del grupo de 53 nodocentes cuyas cesantías dispuso el rector interventor Remus Tetu. Cuando días más tarde fue reincorporado junto a otros trabajadores, no se le devolvieron sus antiguas funciones y pasó a ser ordenanza de las Escuelas Medias.

Una semana antes del golpe de Estado de 1976, una patota irrumpió en la casa de la familia del Río. Néstor fue golpeado y amenazado. La intervención de sus vecinos, que comenzaron a gritar desde las ventanas, hizo que los captores desistieran de su secuestro.

La víctima quedó inconsciente y debió ser derivada al Hospital Municipal, donde se le diagnosticó un traumatismo de cráneo grave. Cuatro días después, en la madrugada del 21 de marzo, un grupo de personas con sus rostros ocultos irrumpió en la sala de neurología en que se encontraba internado y, tras amenazar y reducir al personal, lo ultimó a balazos.

El aparato criminal buscó caracterizarlo como lo que entonces se llamaba “delincuente subversivo” y meses más tarde allanó la fábrica de arrancadores de electrodomésticos que había montado en 1974 junto a un compañero de la UNS, el ingeniero Ismael Luna. Allí dijeron encontrar “material subversivo”. El caso recién encontró justicia cuando en 2012 concluyó el primer juicio por delitos de lesa humanidad en Bahía Blanca.

Este es el informe completo elaborado en el marco de la reparación de su legajo en la UNS.

Estado

Fecha de secuestro

Lugar de secuestro

Nombre

Edad

Sexo

Fecha de nacimiento

Lugar de nacimiento

Nacionalidad

Apodos

Estado civil

Domicilios

Ocupaciones

Estudios

Víctimas simultáneas