La discapacidad y las tareas de cuidado

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María Alfonsina Angelino, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Entre Ríos, participó entre el viernes y el sábado pasados de una serie de actividades organizadas por la Subsecretaría de Derechos Humanos y el proyecto de extensión Inclusión en Red.

Durante la tarde del viernes 4, Angelino presentó la reedición ampliada de su libro Mujeres intensamente habitadas. Ética del cuidado y discapacidad. La obra reúne las experiencias de más de dos decenas de mujeres en materia de tareas de cuidado de personas con discapacidad.

La presentación buscó un formato participativo, encabezado por la autora y la docente Mirian Cinquegrani, que en la UNS coordina la Comisión de Accesibilidad que funciona en el ámbito del Departamento de Humanidades. La foto principal de esta nota ilustra el diálogo entre ambas, en el Salón de Actos de la sede de avenida Alem 1253.

“La idea es que podamos acompañarnos y tramar qué estamos demandando a la sociedad cuando hablamos de cuidados, como mujeres que hemos sido responsabilizadas histórica y culturalmente de las personas que requieren de sistemas de apoyo”, había anticipado Angelino en diálogo con Radio Universidad. “Si el cuidado hace la vida posible, no puede ser una responsabilidad exclusiva de las mujeres”, añadió en la entrevista con el ciclo matinal Agenda Pública.

Como parte del encuentro, además, el grupo de jóvenes y adultos de la Fundación Lazos acompañó con la performace Voces que cuidan, con coordinación por Vicky Pezzutti, Andrea Zamora y Facundo Arrimada. De fondo, proyectadas sobre el escenario, las fotografías de ellas y ellos junto a sus madres ilustraban la relación plasmada en el libro de Angelino.

“El cuidado es un trabajo feminizado, devaluado e invisibilizado. Esta combinación de factores hace un combo difícil, porque implica una triple carga para mujeres que, muchas veces, son ya trabajadoras en otros espacios”, graficó la autora. La situación “implica costos muy altos en esos cuerpos y esas subjetividades”, agregó.

“Cuando decimos esto no estamos diciendo que las mujeres no queremos cuidar. Estamos diciendo que no podemos ser las únicas, si esos cuidados no están sostenidos en una red de apoyo para quienes cuidamos”, señaló, destacando la necesidad de políticas públicas que sostengan dispositivos de acompañamiento.

Por otra parte, marcó que “las propias personas con discapacidad no son objetos de cuidado, sino sujetos de cuidado con capacidad de cuidar a sí mismas y a otras”. Ese concepto, añadió, “es revolucionario: cortar con una caracterización que las y los somete a ser eternamente niñas y niños, muchas veces víctimas de institucionalizaciones violentas”.

Algunas de esas reflexiones formaron parte de los intercambios que continuaron un día después del encuentro en la UNS. En la mañana del sábado 10, junto a Cinquegrani y Daniela Saporito, Angelino coordinó un Encuentro de Mujeres/Madres de Personas con Discapacidad que se celebró en la sede de la Fundación Lazos.

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